domingo, 7 de junio de 2009

Revetlla de San Joan


No solo de poesía vive el hombre.

Angels desde Barcelona nos manda esta sugerencia.



EL RACÒ DE LES BRUIXES




Vols passar una revetlla inoblidable en un lloc únic a Barcelona? La nit de Sant Joan és una nit màgica, fes que la teva tambè ho sigui.
El Racó de les Bruixes, un restaurant amb encanteri, on podrás gaudir d’un bon sopar, viure el ritual del solstici d’estiu que us faré, i participar de la diversió d’un animat grup d’amics que ens faran passar una revetlla màgica com mai.

Estem al cor de Gràcia, al carrer d’Aulèstia i Pijoan, 4, al costat del metro Fontana. Un lloc que quan el provis, al repetiràs.

Fes la teva reserva als telèfons 93.218.23.79 o 630.113.162.


Àngels

Enero de 2007




Solo tengo un amante,
es mi memoria.
Tan solo tengo un dios,
se llama Yesua.
Tengo solo una base
mi experiencia.
Tan solo una meta
la libertad.



La más fuerte

Más fuerte que el fuego
Más fuerte que la lluvia
Más fuerte que el dolor
Más fuerte que la envidia
Más fuerte que el odio
Más fuerte que la idea
Más fuerte que el olvido.
Ella tiene el poder.
La más fuerte
!La muerte!.
Elena

La poesía de Pilar Iglesias

Punto de historia


Tiemblan los lienzos de ceniza
en el hogar apagado de la chimenea.
El viento
amenaza con la mano erguida
lamiendo transparente
la seda frágil de su calcinado cuerpo.

Volutas de tormenta sobre el arrugado rostro
que los años ofrecieron consumiendo el tiempo.
Leve
el papiro del despojo, leve
el peso de su tumba.
Señas de identidad
que se diluyen
en la hipérbole descrita por el rotring de la vida.
Más o menos
las huellas al final
fruto de un pasado, vaivenes trazados
en las horas interiores, sin decirlo.
De su libro: Quien tiene nombre

La poesía de Covadonga Morales






A Javi Minarete, gran amigo de sus amigos


Estoy empezando a ser aquello que yo quería.
Caminaba perdida, buscándome,
pero el aire y la bruma me tapaban la cara.

En esa busqueda vaga sin palabras
el sol me daba en los ojos y la luna me dormía.
Noche, luz, alba, eran una sola cosa.
Se entretejían las semanas en un sueño de amargura.
Todo era lento, vano, una búsqueda sin ruta.

Pero ayer sentí latir mis venas,
la ilusión de estar viviendo.
Viví la sangre que corría...
El latir del aire, en cada instante luto.
Soñé el soñar de mi sangre.
Y así, segundo a segundo, empecé a reconocerme
como ese amigo querido
al que recuperas.

Frente a frente con mi alma.
Sola con mi sangre ardiente.

De su poemario: Oraciones de bolsillo