domingo, 4 de abril de 2010

No me dejas huerfana de ti


Hoy Ramón te has ido.

Ya no estarás más en mi cocina.
No te veré sentado ante el ordenador,
ni veré tu silueta dibujada en el espejo de mi armario.
No estarás las tardes de primavera
sentado a mi lado,
junto al árbol Gregorio
como lo bautizamos.
Pero… no me dejas huérfana de ti.
Círculos de ayer
parpadean sin ritmo,
deslizan retales
de tu sonrisa perdida,
y juegan con las petunias del recuerdo.