jueves, 10 de septiembre de 2009

La poesía de Juan Antonio Arroyo Díaz


LLAMARADAS EN JULIO



Llamas que veranean

locuras flameadas

coloreadas de rojo y amarillo,

ya se queman los bosques

se buscan los culpables

mientras queda la tierra empitonada.


Son corridas de fuego

que braman entre chispas

en la piel de Guernica piel de toro,

de la fiesta nacional

toreo de aboledas

resurgen en cenizas abrasadas.


Calor del mes de julio

caprichoso es el fuego

recuerdos de una tierra que regresan,

asesinas de la piel

locas interesadas

relato de un volcán con sed de amores.


¿Cómo apagar las lenguas

que bailan persistentes

cabalgando hacia bosques solitarios,

para borrar las huellas

de aquello que perdura

en el seno profundo de los montes?