martes, 5 de abril de 2011

DOS DE ABRIL EN EL JERTE



Nos recibieron las glicinias
desde el porche.
Más abajo detrás de la casona,
jugaba a abrir su boca la maleza,
abriendo paso hasta el río

Nos empapamos con los verdes
emborrachando la mirada,
turbia de reciclar tantos años de asfalto.

Amanecieron los cerezos
uniformados, sin malicia,
dejando acomodar su blanco en nuestros ojos.

Y fue así, como abril
nos regalo otra perla
para el recuerdo.





Fotografías: Ángeles Fernangomez