
Fotografía de Chiqui Peralta
Con la semilla de tu aroma
abriste surcos,
hacia los dulces pliegues,
de un corazón dormido.
Entre pespuntes de caricias
embadurnados con tu voz,
recolecte orgasmos,
bajo la guardia discreta de Dikens
La Balada para Adelina
quedo cosida en el recuerdo.
Y la hora mágica
que desgastó la noche,
vistió de gala