
Por los peldaños de la vida,
salté,
salté,
salté,
salté…
no sospechaba la tragedia
que apagó de un soplo mi fe.
José Antonio Martín.
Este poema es de otro de los chicos del taller de Alcalá Meco. Cada día aprendo más de ellos. Me dan más de lo que ellos reciben de mi.
Interesante.
ResponderEliminarEl mejor pago, es la recompensa que en gratitud nos da el ser humano.
No me extraña que te sientas afortunada mi querida Elena, porque creo que lo eres tanto como ellos de tenerte a ti. Perfecta conjunción para dejar fluir las palabras sin corchetes.
ResponderEliminarMe ha encantado. Nos vemos prontito.
Un besazo cielo